1. La "clase" más alta, con más privilegios y prestigio, fue los peninsulares (o sea, españoles nacidos en la península ibérica). Podían poseer tierra y gobernar.
2. Les seguían a esos los criollos, o sea hijos de peninsulares, de sangre español cien por ciento, pero nacidos en las Américas. Es decir, el sencillo hecho de que uno naciera en tierra ajena a la madre patria determinaba el estado social del individuo. Los criollos no tenían los mismos derechos que los peninsulares: por ejemplo, sí podían poseer tierra pero no podían gobernar.
3. Los mestizos, nacidos de sangre española e indígena, ocuparon el próximo rango en el sistema. Aunque sí es verdad que gozaban de menos privilegios que los otros dos ya mencionados, hay que entender que fue ésta que llegó a ser la más grande y tener la más influencia por casi toda latinoamérica. (Cuando la vemos en comparación con nuestra historia y la juzgamos al lado de la traducción "half-breed", podemos ver uno de los grandes contrastes en los legados de la colonialización británica y española.)
4. Los indígenas, o los bárbaros. En la definición aristoteliana de la palabra, un "bárbaro"es uno que no es civilizado; es decir, no pertenece a un sistema organizado de leyes. (Véase la etimología de "civis" {"ciudad"} "civil" > "civilizado".) Para aclarar, es verdad que los indígenas pertenecían a un sistema estrictamente organizado pero no fue el mismo sistema español. Aun más, los primeros exploradores se encontraban con gente que no hablaba español, no eran católicos, algunos no llevaban ropa, eran idólatras y sodomitas, y–peor todavía–eran canibales. Dados estos rasgos fue inevitable juzgarles a los indígenas como "bárbaros" en el sentido artistoteliano de la palabra.
5* Los Esclavos, a diferencia de los indigenas que poseían su tierra, los esclavos, hombres nacidos en el continente africano, no poseían nada, inclusive su vida le pertenecía a otra persona, su dueño, era el peninsular o criollo.
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